La medida de la vitalidad de los espermatozoides sirve para conocer el porcentaje de espermatozoides vivos (móviles o inmóviles) que hay en el eyaculado y que debe ser igual o superior al 60%.

El test que más se utiliza es el de Williams Pollack, fácil de realizar mediante la tinción de los espermatozoides con un colorante llamado eosina.

Los espermatozoides vivos, al tener su membrana íntegra, no deja pasar al colorante por lo que los espermatozoides no se teñirán. Sin embargo, los espermatozoides muertos tienen perforaciones y agujeros en sus membranas y sus membranas no están intactas y el colorante puede pasar libremente y los tiñe.

Si el porcentaje de espermatozoides muertos es elevado, esto puede ser indicativo de alguna otra afección, por lo que los restantes espermatozoides, aunque vivos, pueden mostrar otra alteración que impida o bien la fecundación de los ovocitos o bien el desarrollo de un embrión de buena calidad.